
Una vez se decidió el nombre del grupo, Los Burros, el grupo empezó a actuar sin ni siquiera tener un contrato discográfico. Incluso comenzaron la grabación de los temas por propia cuenta, autoeditándose con la ayuda de Toni Coromina; una vez tenían parte de su álbum grabado no tuvieron problemas para firmar con la discográfica independiente Belter. Así, en 1983 sale al mercado Rebuznos de amor, álbum que combina el estilo sencillo de Los Rápidos con el surrealismo aportado por Quimi, con canciones como Huesos, Mi novia se llamaba Ramón, y otras canciones que ya constaban entre el material inédito de Los Rápidos, y posteriormente pasaron a formar parte del segundo álbum de Los Rápidos, que recopilaba dicho material. Es el caso de Conflicto armado, Disneylandia y Moscas aulladoras, perros silenciosos. Manolo pone la voz a todos los temas vocales y es el principal compositor de los temas, junto a Quimi Portet.
El mercado volvió a darle la espalda a Manolo García en esta nueva aventura musical, sin llegar a superar los 3.000 discos vendidos, a pesar de que la crítica se dedicó a ensalzarles. Belter fue a la quiebra cuando Los Burros ya tenían preparadas las maquetas para un próximo disco, dejando sin renovar la licencia de los discos que editó entre los que se encontraba Rebuznos de amor. Fue entonces cuando decidieron dar por acabada esta etapa.
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